·  Tejiendo Saberes  · 


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Rasgos de personalidad de Juan Pablo Castel – El túnel, Ernesto Sábato

3/11/23 21:41
Por: Paula Alejandra Pulido Rico

    Contenido   

“A veces creo que nada tiene sentido. En un planeta minúsculo, que corre hacia la nada desde millones de años, nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, nos enfermamos, sufrimos, hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueren y otros están naciendo para volver a empezar la comedia inútil” 

El túnel – Ernesto Sábato 

 

El presente ensayo tiene como propósito realizar un esbozo de aquellos rasgos y patrones que conforman la estructura de personalidad de Juan Pablo Castel1, así como el examen mental del mismo; para ello se tendrán como fuentes de información el libro “El túnel” escrito por Ernesto Sábato en 1948, y del cual se elaboró una lectura juiciosa y detallada, así como el análisis del material audiovisual correspondiente a dicha obra literaria. El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, en su quinta versión (DSM-V) (APA, 2014) y el texto de la semiología del psiquismo de Ferro (2015), se considerarán referentes de la psiquiatría y de la psicología. 

Partiendo de lo anterior, es posible observar e interpretar que Juan Pablo Castel posee un trastorno de la personalidad, el cual se evidencia en aspectos conductuales, cognitivos, perceptivos, afectivos, relacionales y funcionales; correspondientes al clúster A2 en donde se evidencian rasgos paranoides de la personalidad que se manifiestan a través de características como desconfianza y suspicacia intensa frente a los demás, lo que conlleva a interpretar sus comportamientos como inapropiados y orientados a ocasionar daño; ello se hace evidente en diversos comportamientos relatados por el señor Castel, por ejemplo cuando describe la primera ocasión en que María le escribe una carta; al respecto llama la atención la forma en la que Juan Pablo percibe las intenciones de María al usar una forma, para él “extraña”, de hacerle llegar la carta “no era posible atribuir su actitud a una inconcebible pereza, y entonces era inevitable una conclusión: María deseaba que yo fuera a la casa y me enfrentase con el marido” (p. 68), “María quería hacerme saber que era casada para que yo viese la inconveniencia de seguir adelante. Muy bonito. Pero ¿por qué en ese caso recurrir a un procedimiento tan engorroso y cruel? ¿No podría habérmelo dicho personalmente y hasta por teléfono? (…)” (p. 69), atribuyendo las intenciones de la mujer a un deseo de ocasionarle daño y/o de transmitirle un importante mensaje de forma indirecta y compleja, como si de un anuncio místico se tratara. De forma similar, se pueden apreciar estos rasgos de personalidad cuando Juan Pablo habla de María “también era posible que no quisiera a nadie y que sucesivamente nos dijese a cada uno de nosotros, pobres diablos, chiquilines, que éramos el único y que los demás eran simples sombras, seres con quienes mantenía una relación superficial o aparente” (p.97). Así como cuando relata los momentos antes del asesinato de María, dada la forma en la que describe su comportamiento y el de Hunter, juzgando sus actitudes como destructivas sin tener en cuenta las eventuales motivaciones de la “señorita” Iribarne: 

 

(…) ella sabía que yo la necesitaba, que esa tarde la había esperado, que habría sufrido horriblemente cada uno de los minutos de inútil espera. Y, sin embargo, ella sabía que en ese mismo momento en que gozaba en calma yo estaría atormentado en un minucioso infierno de razonamientos, de imaginaciones. ¡Qué implacable, que fría, qué inmunda bestia puede haber agazapada en el corazón de la mujer más frágil! (p. 181). 

 

De igual manera, se perciben aspectos como la preocupación excesiva acerca de la lealtad y fidelidad que profesan las personas con quienes se relaciona, claro ejemplo de ello son las distintas descripciones que realiza de María “entonces había en su vida otras personas como yo. ¿Cuántas eran? ¿Y quiénes eran? Primero pensé en Hunter, pero lo excluí en seguida (…) ¿Quiénes eran los otros, en ese caso?” (p.66) “(…)  si no quería a Allende, ¿a quién quería? ¿A mí? ¿A Hunter? ¿A alguno de esos misteriosos personajes del teléfono? ¿O bien era posible que quisiera a distintos seres de manera diferente, como pasa en ciertos hombres?” (p. 97). 

Su suspicacia y hostilidad excesivas pueden expresarse en su comportamiento de discutir con quejas recurrentes o actitudes distantes y hostiles; que parecen racionales y poco emocionales, pero que a menudo expresan afectos lábiles con predominancia obstinada y sarcástica; este aspecto es recurrente en la descripción de la relación entre Juan Pablo y María, dadas sus discusiones por los reclamos del señor Castel. Este es uno de los tantos posibles ejemplos “por un instante, sentí el deseo de llevar la crueldad hasta el máximo y agregué, aunque me daba cuenta de su vulgaridad y torpeza. —Engañando a un ciego” (p. 101). 

Del mismo modo se observan aspectos de la personalidad esquizotípica (siendo estos los patrones de comportamiento estables en el tiempo  del cual se cumplen la mayor cantidad de criterios diagnósticos), destacando elementos adicionales como ideas de referencia “Al menos puedo pintar, aunque sospecho que los médicos se ríen a mis espaldas, como sospecho que se rieron durante el proceso cuando mencioné la escena de la ventana” (p. 189) y superioridad “esa sensación de estar solo en el mundo aparece mezclada a un orgulloso sentimiento de superioridad: desprecio a los hombres, los veo sucios, feos, incapaces, ávidos, groseros, mezquinos; mi soledad no me asusta, es casi olímpica” (p. 107). 

Por otra parte, respecto al examen del estado mental de Juan Pablo Castel, se tendrán en cuenta las diversas actitudes y comportamientos narrados (libro) y representados (película). En cuanto a la expresión corporal y facial, y las habilidades de contacto verbal y visual no se aprecian alteraciones. Sin embargo, presenta un actitud altiva e imponente, de minusvaloración a los demás (diversos personajes con quienes se relaciona durante todo el relato como Mimí, Hunter, María, la mucama, Allende, la rumana (trabajadora sexual). Así como la puesta en marcha de un tono de voz enérgico, encaminado hacia interpelar a los otros, acompañado de movimientos vigorosos y rápidos. 

Denota un buen estado de conciencia que se percibe en los episodios de vigilia y la presencia regular de ciclos circadianos. En cuanto a los estados de orientación estos se encuentran sin alteración alguna. 

Finalmente, considerando los relatos y descripciones del autor de esta obra literaria, se concluye que las actitudes, comportamientos, cogniciones y afectos patológicos de Juan Pablo Castel lo han llevado a permanecer en un asilo psiquiátrico. 

Referencias

Asociación Americana de Psiquiatría [APA]. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5). Editorial Médica Panamericana 

Drove, A. (Director). (1988). El túnel [Película]. Santiago Cinematográfica 

Fierro, M. (2015). Semiología del psiquismo. Los signos y síntomas de las enfermedades mentales. Kimpres SAS. 

Sábato, E. (1948). El túnel. Sur.