Consejos de Facultad y vitalidad de la comunidad académica

Nos encontramos próximos a la renovación de un grupo importante de integrantes de los Consejos de Facultad de nuestra Universidad. Como bien es conocido por la comunidad universitaria, cada dos años vivimos el proceso de elección de estudiantes y profesores y la designación del egresado miembro de esta importante autoridad colegiada de gobierno, a cuyo cargo está la dirección inmediata de las Facultades.

La vitalidad de una comunidad universitaria se manifiesta en escenarios que propician la reflexión, el diálogo y la construcción colectiva. Pensar y discernir en común es un ejercicio valioso que adquiere nuevos significados en un mundo en el que predominan la polarización, la incapacidad de reconocer a los otros y la dificultad de dar cuerpo a acuerdos en búsqueda del bien común. Los Consejos de Facultad representan un escenario significativo para cultivar esa vitalidad, donde la argumentación y el consenso más que instrumentos son valores que nutren el sentido de hacer Universidad.

Quiero llamar la atención sobre algunos rasgos distintivos de nuestra cultura institucional y académica, que en los Consejos de Facultad cobran especial relevancia: escucha, confianza, compromiso, diálogo, integración de perspectivas, reconocimiento, fundamentación y cuidado. Nuestro compromiso con educar para la democracia tiene mucho que ver con ello.

La filósofa catalana Marina Garcés enfatiza que pensar es aprender a escuchar, y escuchar es aprender a comprometerse. Este ciclo de reflexión y compromiso es una de las bases para erigir comunidades académicas sólidas y dinámicas. En este sentido, entendemos los Consejos de Facultad no solo como cuerpos de decisión, sino como foros de diálogo en los que la diversidad de voces y la valoración de cada punto de vista son considerados, en un marco de profundidad, respeto y amplitud de visión. Este enfoque que hemos apropiado en la Universidad prioriza el consenso como eje del trabajo colectivo. 

Integrar diversas perspectivas, en una atmósfera de respeto y cuidado, contribuye a avivar los ambientes de confianza que son necesarios para guiar el desarrollo académico, administrativo y del medio universitario de las Facultades. Los Consejos desempeñan un papel muy importante porque trazan directrices, estudian y aprueban planes, presupuestos, creación de nuevos programas académicos o reformas curriculares, lo que incide directamente en la calidad educativa y en el bienestar de la comunidad. La participación activa en la toma de decisiones y en el enriquecimiento de los diálogos que preceden dichas decisiones fortalece la confianza y la credibilidad en estos cuerpos colegiados y en sus integrantes.

Los Consejos de Facultad renovados tienen hoy un horizonte de desafíos muy interesantes. Uno de ellos es responder con calidad y sensibilidad humanista a las expectativas que las personas, especialmente los jóvenes, y la sociedad tienen en el sistema educativo colombiano del que hacemos parte como motores clave del desarrollo económico, social y democrático del país. Otro, más interno, es contribuir decididamente en el proceso de planeación institucional 2025-2030 que iniciamos en conjunto con la Seccional Cali.

Los integrantes de los Consejos de Facultad cuentan entonces con una extraordinaria oportunidad al aportar sentido, comprensión y perspectiva. La voz de los nuevos estudiantes miembros de los Consejos estará, además, en un valioso diálogo interdisciplinario en el escenario del Comité de Estudiantes de la Pontificia Universidad Javeriana (CEPUJ). A su vez, uno de los estudiantes y uno de los profesores elegidos a los Consejos de Facultad, así como uno de los egresados designados, empezarán a ser parte del Consejo Directivo Universitario, autoridad colegiada de gobierno a cuyo cargo se halla la dirección general de la Universidad, de acuerdo con los Estatutos, las orientaciones que señale el Consejo de Regentes y los Reglamentos de la Universidad.

El ejercicio de los Consejos de Facultad es un ejercicio con contexto, basado en una identidad institucional que se proyecta al futuro. La educación como la entendemos en nuestra Universidad es una misión profundamente humana, una vocación que nos llama a formar corazones y mentes para que puedan construir un mundo más justo y más solidario. Valoramos la pedagogía centrada en el encuentro, a partir de un compromiso con el pensamiento crítico, el rigor académico y la formación de criterio. Estas son claves que inspiran el trabajo de los Consejos de Facultad, y los Consejos de Facultad tienen, a su vez, el mandato y la capacidad de inspirar y estimular a nuestra comunidad universitaria.