El Edificio de Ingeniería es premiado por su arquitectura y diseño sostenible

El Edificio de Laboratorios de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Javeriana ganó varios reconocimientos en tres concursos distintos, llevados a cabo el pasado 17 y 18 de noviembre, por tener una arquitectura y diseño que le apuesta a la sostenibilidad. La postulación se hizo por parte de la Dirección de Recursos Físicos en conjunto con el arquitecto Juan Pablo Ortiz y la empresa Taller Architects, representada por los arquitectos Pablo Forero y Julián Restrepo.

El Edificio de Laboratorios de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Javeriana ganó varios reconocimientos en tres concursos distintos, llevados a cabo el pasado 17 y 18 de noviembre, por tener una arquitectura y diseño que le apuesta a la sostenibilidad. La postulación se hizo por parte de la Dirección de Recursos Físicos en conjunto con el arquitecto Juan Pablo Ortiz y la empresa Taller Architects, representada por los arquitectos Pablo Forero y Julián Restrepo.

En la segunda versión del Premio a la Excelencia en la Arquitectura Sostenible, el edificio José Gabriel Maldonado S.J. ganó dos premios, obtenidos el pasado 17 de noviembre en Bucaramanga, en el marco de la XXVIII Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Colombia; el primero en la Categoría Institucional y, posteriormente, el Premio Nacional que consiguió al competir con los ganadores de las demás categorías, entre las cuales se incluyen Residencial, Residencial Social, Comercial e Industrial y Obras de Urbanismo. Este premio fue organizado por la empresa Vidrio Andino y la Sociedad Colombiana de Arquitectos con el apoyo del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible.

Este premio reconoce las obras que se destacan a nivel nacional por una visión integral de sostenibilidad de la arquitectura. Liliana Pinto, arquitecta de la Dirección de Recursos Físicos de la Universidad Javeriana, mencionó que una de las características con las que cuenta el Edificio de Ingeniería, y que lo hicieron merecedor de este mérito, es el ahorro en consumo energético, que se logra a través de diferentes estrategias pensadas desde su diseño y llevadas a cabo en su construcción.

Entre las estrategias se resaltan, en primer lugar, las fachadas en vidrio del edifico, con los que se busca mitigar el paso de calor a través de estos y disminuir así el consumo energético derivado del uso de sistemas de aire acondicionado. Esto es posible dado a que los vidrios tienen especificaciones especiales. A su vez, las fachadas sur y occidental del edificio, al tener una mayor exposición a la radiación solar, están dotadas con persianas exteriores, las cuales funcionan con sensores que las regulan automáticamente, teniendo en cuenta las condiciones del clima.

En segundo lugar, el Edificio de Laboratorios cuenta con iluminación LED, que es de bajo consumo energético, en la totalidad de los espacios del edificio. Además, el sistema de control de iluminación tiene sensores de presencia en algunos espacios y sensores de luz en todos los espacios con fachadas de vidrio. Con dichos sensores se regula de forma automática la iluminación, generando así ahorros adicionales de energía. En tercer lugar, la construcción posee un sistema de recolección de aguas lluvias en la cubierta del atrio para reutilizarlas en el riego de jardines del campus universitario. Por último, está dotada de paneles solares que, por un lado, se emplean como uso académico por la Facultad de Ingeniería y, por el otro, alimentan la iluminación de dos pisos del edificio.

Asimismo, el 18 de noviembre el Edificio de Ingeniería recibió reconocimiento en la categoría Proyecto Arquitectónico en dos concursos, en la XXVIII edición de la Bienal Colombiana de Arquitectura y Urbanismo, desarrollado en el Centro de Convenciones Neomundo en Bucaramanga, y en la XXIII Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito, realizada en la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

Ambos concursos premian los mejores proyectos desde el punto de vista arquitectónico y buscan propiciar el diálogo sobre la arquitectura y la ciudad contemporánea. Además de su aporte ambiental, Liliana Pinto señaló que el edificio se pensó como una herramienta de aprendizaje, en el que los estudiantes de Ingeniería pudieran ver cómo funcionan los sistemas técnicos instalados, por lo que, para cumplir con este objetivo, estos sistemas debían estar expuestos y a la vista. Asimismo, en el diseño arquitectónico se consideró que la estructura del edificio tenía que ir a la vista y ser protagonista, para continuar con la premisa del edificio como enseñanza en la Ingeniería.